Panga es el nombre que se le da a dos variantes de pescados, denominados científicamente Pangasius hypophthalmus y Pangasius bocourti. Se trata de un pescado blanco y de agua dulce que proviene de Tailandia y Vietnam. Concretamente el 90% procede del río Mekong.
Hasta ahora era uno de los pescados más consumidos en España. Eso es gracias a su bajo coste y a su atractivo para los niños al venderse sin piel y sin espinas.
¿De dónde viene la polémica?
La alarma saltó cuando Carrefour emitió un comunicado diciendo que dejaba de vender este tipo de pescado, aunque varias asociaciones ya habían dado voz de alarma mucho antes, entre ellas, la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España (APROMAR).
Como decíamos, el 90% de la producción proviene del río Mekong, un río contaminado repleto de granjas de panga donde engordan a ejemplares a base de harina de pescado, soja, mandioca y vitaminas. Además es habitual que se les administre suplementos como antibióticos y polifosfatos.
La OCU analizó la cantidad de contaminantes que tiene la panga y su conclusión fue que contenían restos de mercurio y pesticida. Aunque concluyeron que los límites estaban dentro de la legalidad y no supone un riesgo inmediato para la salud, es mejor no consumirlo en exceso. Por otro lado, sí que se encontraron pesticidas que no están autorizados actualmente en la Unión Europea.
A nivel nutritivo, es un pescado con un aporte de proteína y de omega 3 más bajo que otros pescados.
Recomendaciones
La OCU ha recomendado no comer panga más de una vez a la semana. Según el Ministerio de Sanidad es un pescado apto para el consumo.
Alternativamente, es España tenemos pescados muy buenos con que sustituir el panga y con alto contenido en Omega3 y proteína. Por ejemplo, los pescados blancos como la merluza o el bacalao.
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