Los superalimentos están de moda, desde los batidos verdes hasta las semillas y frutos. Por lo tanto, la espirulina no podía ser menos y cada vez más gente está adaptándola a su dieta.
¿Qué es la espirulina?
La espirulina está considerada un alga aún siendo un organismo procariota. Es un alimento microscópico en forma de espiral, de ahí su nombre, que tiene un color verde azulado. Crece debajo del agua y en lugares húmedos.
Tiene una gran cantidad de proteínas, haciendo que sea un suplemento alimenticio importante ya desde la época de los aztecas.
Propiedades y beneficios
La espirulina, como decíamos anteriormente, tiene una gran cantidad de proteína, alrededor de un 60%, que son mucho más fáciles de digerir que las proteínas de origen animal. Además de otros nutrientes beneficiosos para nuestro organismo como fibra, hidratos complejos y gratas poliinsaturadas. También destaca el aporte de vitaminas B, vitamina E, calcio, hierro, potasio, yodo y carotenos. Aquí tenéis disponible nuestra sección de nutrientes donde podréis comprobar los beneficios de cada uno de ellos.
Todo ello, consigue un efecto positivo en nuestro organismo:
- Protege nuestro sistema inmunológico estimulando las células de defensas y la producción de anticuerpos.
- Favorece el proceso de digestión y la actividad floral del intestino. Además contribuye a perder peso.
- Reduce el daño muscular y el estrés que aparece cuando se empieza a hacer deporte después de un largo periodo de inactividad, por ello es un complemento muy utilizado en el sector deportivo y fitness. En los deportes de alto rendimiento, como por ejemplo equipos olímpicos, también lo utilizan como complemento alimenticio.
- Previene enfermedades cardíacas por su poder antiinflamatorio, además de ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre.
Gracias a todas estas propiedades, incluso la propia NASA considera la espirulina como uno de los alimentos a llevar al espacio para que los astronautas tengan todos los nutrientes necesarios.
Efectos secundarios
La espirulina es un alimento y no un medicamento, por ello no tiene efectos secundarios graves, pero aún así, el consumo de la espirulina puede provocar alguna dificultad sobretodo en los primeros días o si la dosis de ingesta es demasiado alta. Por ello puede provocar:
- Sed y estreñimiento, por ello es necesario tomar medio litro más de agua al día para absorber la espirulina.
- Unas décimas de fiebre cuando el cuerpo trata de quemar la proteína extra del alga.
- Si aparecen mareos es porque la dosis es demasiado alta.
- Dolor de estómago.
- Erupciones en la piel.
Es importante que al comprar la espirulina se compruebe que ha sido cultivada en ecosistemas puros y sea de calidad, ya que al ser un alga, absorbe todo lo que hay en el ambiente donde crece, incluidos los metales pesados.
Nosotros todavía no la hemos probado pero parece un superalimento con gran aporte nutricional y un buen complemento para personas veganas. ¿Y vosotros, ya la habéis probado?
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